El propósito del Movimiento Scout es contribuir a la formación de los niños y jóvenes en el logro de su pleno desarrollo físico, intelectual; así como sus potencialidades emocionales, sociales y espirituales como personas, como ciudadanos responsables y como miembros de sus comunidades locales, nacionales e internacionales.
Se basa en los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser, haciendo en los dos últimos un énfasis particular.
Pertenece a la categoría de educación no formal, ya que, aunque se lleva a cabo fuera del sistema educativo formal, es una institución organizada con una finalidad educativa, y se dirige a un grupo etario específico.